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En un entorno empresarial cada vez más exigente y consciente, los valores no son un accesorio: son el cimiento sobre el cual se construyen organizaciones sólidas, confiables y sostenibles. En Barrick Pueblo Viejo, estos valores no solo definen quiénes somos, sino cómo operamos, cómo nos relacionamos y cómo proyectamos el futuro.

Nuestros valores son decisiones cotidianas, actitudes consistentes y resultados verificables. En cada área de nuestra operación, estos valores se ejercen, se reconocen y se traducen en logros colectivos. Son el marco que guía nuestras acciones hacia un propósito común: operar con responsabilidad, impulsar el desarrollo sostenible y dejar una huella positiva en las personas y comunidades con las que trabajamos.

Desde nuestros inicios, hemos asumido el compromiso de desarrollar una minería moderna, segura, transparente y con impacto positivo en nuestro entorno. Esta visión solo es posible porque está respaldada por un conjunto claro y sólido de valores que guían cada nivel de nuestra organización:

En Pueblo Viejo, estos valores se viven en el terreno y en las decisiones que marcan nuestros líderes, para que cada jornada laboral y acción comunitaria que realicemos, vayan a elevar la minería que llevamos a cabo, fortaleciendo así la industria en general. Porque entendemos que solo con principios sólidos es posible construir un legado sostenible, respetuoso y digno de orgullo.

Reconocimiento “Vales Oro”: cuando los valores se convierten en acción

Desde nuestro programa de reconocimiento interno “Vales Oro”, promovemos y destacamos esas acciones de nuestros colaboradores y colaboradoras que viven nuestros valores con convicción, empleando acciones en su entorno laboral que representan lo que somos como equipo. Este reconocimiento lo hacemos a través de la distinción “ADN Oro”, una iniciativa que reconoce la exhibición de una cultura que destaca la excelencia, el liderazgo y el compromiso.

Estos son algunos de nuestros colaboradores que Valen Oro:

Valores que transforman

Reconocer a quienes viven nuestros valores es reforzar la parte humana de la operación. Es una manera de cultivar el orgullo, fortalecer la cultura de seguridad, y recordar que cada acción cuenta. El ADN de Pueblo Viejo no se escribe, se demuestra en el trabajo cotidiano, en el compromiso con el entorno, y en la manera en que cada colaborador deja huella.

El impacto positivo que generan nuestras acciones en la economía, el medio ambiente y en la sociedad, no es casual. Es el resultado de una visión empresarial clara, pero sobre todo, de una práctica diaria que responde a valores firmes y compartidos por todo nuestro equipo.